Terapia para mayores:  Juegos de mesa

El estudio Tenter, realizado por el Instituto Tecnológico del Juguete y el de Biomecánica de Valencia, ha estimado el papel que pueden llegar a tener los juegos de mesa entre las personas mayores, como instrumentos de prevención de los efectos negativos del envejecimiento.

El juego de mesa como terapia ocupacionalLa Asociación de Investigación de la Industria del Juguete (AIJU), también conocida como Instituto Tecnológico del Juguete, y el Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV) han presentado los resultados de un nuevo estudio que muestra las posibilidades que los juegos de mesa sirvan como herramienta en la mejora y prevención de los efectos negativos del envejecimiento.  En un sociedad cada vez con mayores cuidados a nuestros mayores, este capitulo es importante ya que otorga un valor añadido a la socialización de los juegos de mesas para todas las edades y especialmente aquellas personas de tercera edad.

El proyecto Ludiman, ha estado respaldado por el Instituto de Migraciones y Servicios Sociales (Imserso) y el Instituto de la Mediana y Pequeña Industria Valenciana (Impiva). Las conclusiones más importantes se han editado en la “Guía de Juegos de mesa y personas mayores” .

Expertos en la materia han destacado que “la práctica de actividades lúdicas y recreativas genera numerosos beneficios para la salud física, mental y afectiva de los mayores. Mejora la movilidad y agilidad, estimula la percepción sensorial, ejercita las habilidades cognitivas, potencia el contacto social y la comunicación, ofrece nuevos entornos para el aprendizaje y optimiza los niveles de bienestar subjetivo, entre otras ventajas“.

Juefgos de mesa que socializanUn nutrido equipo de investigadores, compuesto por psicólogos, fisioterapeutas, médicos, trabajadores sociales, diplomados en enfermería y monitores, han realizado un estudio en una muestra de 350 participantes de Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cataluña, Comunidad Valenciana y Madrid durante un año.

Las cartas, el dominó y el bingo son los juegos más tradicionales

La investigación, no sólo se ha centrado en aquellos juegos de mesas mas tradicionales para nuestros mayores como las cartas, el dominó o el bingo, así como otros juegos  familiares de gran popularidad. El estudio ha introducido otros juegos de mesa alternativos pensados para niños o jóvenes.  La experiencia ha resultado altamente positiva, ya que una mayoría de personas de mas de 65 años los evaluaron como muy positivos, divertidos e incluso adecuados a su edad.

Beneficios

Otra de las sorpresas positivas del estudio fue que los mayores, de forma espontánea, valoraran los beneficios de esta actividad lúdica y la posibilidad de ampliar y mejorar la calidad de las relaciones sociales con sus compañeros de mesa y juego.

Expertos en la materia destacan que un 75 por ciento de los participantes no había utilizado los juegos de mesa para mejorar las habilidades que se trabajan en su área de dedicación, y mostraron unanimidad al afirmar que “la inclusión de talleres de juego en los centros diseñados para la intervención sociosanitaria con mayores aportaría un importante valor añadido a dichos lugares”. De hecho, un elevado porcentaje de los especialistas ha afirmado que incrementaría el uso de juegos de mesa en sus consultas, tras participar en el proyecto. Juego como el UNO o INIS de carácter familiar permiten socializar  a nuestros mayores y mejorar sus comunicaciones con personas de todas las edades.

Juegos de mesa para todas las edades

Adaptabilidad

En este sentido, y para facilitar la accesibilidad de las personas mayores a los juegos de mesa, los investigadores han considerado los siguientes criterios genéricos al seleccionar los juegos: “No emplear materiales deslizantes, incorporar control de volumen en los juegos sonoros, evitar el uso de vocabulario desconocido, utilizar colores intensos que permitan su inmediato reconocimiento, no incluir fichas planas y pequeñas, simplificar los textos de las instrucciones, evitar juegos que requieran un largo proceso de preparación, utilizar letras y números de tamaño y contraste adecuado, y evitar diseños que exijan una amplia movilidad articular”.